miércoles, 29 de abril de 2009

Emerger


Dos amores, uno tan fuerte como el otro. Ambos fluyen, parecen mezclarse pero aunque se unen siguen siendo particulares. Los dos son tan iguales y al mismo tiempo tan distintos, los dos tan sublimes como exigentes. Uno lo ofrece todo y es paciente y el otro es misterioso pues sus ojos dicen dar todo pero su acto pone a pensar. Uno parece a veces cansarse el otro cansar. Uno y el otro, el otro y uno, guerreros y amigos, aceleran el corazon, desbordan el alma, hacen entrar en trance, roban el pensamiento, producen mariposas en el estómago. Exigen un puesto que no quieren ceder, ambos golpean, arrancan lágrimas, hacen reir, y también soñar al igual que sufrir como vivir. Dos amores, uno tan fuerte como el otro.

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