El jardinero me decía
no arranques la flor
yo la contemplaba
y latía mi corazón.
El jardinero me repetía
no arranques la flor
que hermosa es
me inspira amor
Ha llegado la noche
me tuve que alejar
y en mis pensamientos
ella iba a estar
No conciliaba el sueño
y llegó el nuevo día
mi cuerpo vibraba
por encontrarme con mi amada
No arranques la flor
otra vez esa voz
pero mi corazón estaba
contemplando a mi amor
Las noches llegaban
y era cuando más le extrañaba
mi alma lloraba
y nada la consolaba
Cuando llegaba el día
se engalanaba
ella ahí estaba
para que yo la mirara
Se acercaba la hora
el sol ya caía
nuevamente alejarme
de ella tenía
Algo arrebató mi corazón
no me pude contener
la arranqué de un zarpaso
y a casa la llevé
Resplandecía que encandilaba
pero mientras las horas pasaban
ella se apagaba
y mi corazón en ella
la flor se me moría
más nunca la contemplaría
que impotencia tenía
mi alma desfallecía
ahogado en el mar
de mis lágrimas saladas
el jardinero me decía
no arranques la flor
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